¿Pero qué maravilla es esta del #juevesdecalcetines ?
Es que no puede haber una red social más hogareña…. 🫠
¿Pero qué maravilla es esta del #juevesdecalcetines ?
Es que no puede haber una red social más hogareña…. 🫠
@ElSaltoDiario @teclista Fantástico artículo, gracias. Lo que yo saco en claro es que Bluesky tiene tanto potencial para convertirse en algo provechoso para el bien común como para enshitificarse al mismo nivel que hemos visto en otras compañías de internet. Lo que no tengo nada claro es que las personas que sí buscamos un internet en pro del bien común debamos implicarnos en darle valor en esta fase. Quizás sea más prudente esperar hasta que se vea más claramente hacia donde van a decantarse.
En la revisión final de "Martillos y ciudades", mi ensayo crítico sobre la vida online, he llegado al capítulo en el que me preguntaba por qué la gente no se iba de X.
Pero a la luz de la última migración de X a Bluesky, me ha tocado introducir un párrafo de actualización:
Entre otras cosas, digo lo siguiente: "Aún está por ver si Bluesky replicará las dinámicas de las otras redes corporativas, o si, por el contrario, podría servir como una herramienta eficiente para el activismo y la diversidad. Por el capital que la mueve apunta más bien a lo primero, si bien algunas de sus características anunciadas, como el protocolo AT que la haría interoperable con otras redes sociales como Mastodon, podrían facilitar lo segundo."
Para mí, ese protocolo AT es todo lo que necesitaría Bluesky para tener el sello de "apta". ¿No estáis de acuerdo?
Porque la red social buena para todo el mundo no existe. Algunos son muy felices en entornos 100% comerciales y corporativos, otros preferimos espacios autogestionados; algunos profesaremos unas ideologías y otros otras, pero creo que todos estamos interesados en que exista la posibilidad de comunicarnos entre todos. Ojo, la posibilidad: no la obligación. Para que cada uno elija con quien quiere o no quiere hablar. Pero que la posibilidad exista.
Yo ya he activado el puente entre Mastodon y Bluesky. La verdad es que no tengo ni idea de si va a funcionar para mí o no, pero pienso probarlo. Si luego hay que volar el puente, se vuela. Pero, de momento, me abro a la posibilidad.
PD: Si alguien tiene información técnica contrastada sobre cómo está funcionando ya el protocolo AT en Bluesky, y cómo hace funcionar (o no) la interoperabilidad con Mastodon, se la agradecería muchísimo.
@philspectrum Muchas gracias, dato importante. Ahora no estoy seguro de entender entonces en qué consiste el puente que muchos estamos habilitando con Bluesky, y qué opciones nos abre a los usuarios de Mastodon respecto a Bluesky.
@philspectrum Ah, ok. Gracias. ¿Tú lo has activado o piensas hacerlo?
Dos días después de la #dana yo iba a grabar el primer capítulo de mi nuevo podcast con mi amigo Alberto Torres Blandina, que es escritor y profesor de instituto en Valencia.
Llevábamos semanas escribiendo los dos primeros guiones y solucionando aspectos técnicos para grabarlo en falso directo cada uno desde su ciudad.
Me escribió por la tarde para decirme que la tienda de música -donde debía recoger el equipo de sonido que nos faltaba para su set- estaba cerrada y que todo era un caos.
Alberto, además, acaba de ser padre y está de permiso por paternidad.
Lo pospusimos sin fecha y hasta hoy no he sabido nada de Alberto. Pero como lo conozco bien, sabía que se habría implicado a fondo.
Hoy me ha mandado un audio. Está usando su baja para hacer de voluntario. También para contarlo.
Ayer publicó un artículo de El Mundo en el que reivindicaba la labor de voluntarios que están haciendo los jóvenes. El tema le toca la fibra; es una gran defensor de la juventud, frente a la eterna crítica a la que los jóvenes se ven sometidos. No comparto el artículo porque es para la versión premium. Se llama "Esos jóvenes inútiles que acudieron al rescate tras la DANA".
Me ha dicho que no tiene la cabeza para el podcast. Que quizás la próxima semana. Ya le he dicho yo que el puto podcast es lo de menos. Que mucha fuerza. Debe ser muy duro.
Ya sabía yo que Alberto se habría implicado a muerte. Es lo que hace siempre.
Hoy hemos ido a pasar el día a Oporto.
Raquel no lo conocía y yo había estado hacía 15 años.
Antaño era una ciudad decadente, ruinosa y bellísima.
Ahora es otro parque temático gentrificado.
Quien sabe mirar ve las señales.
Portales enteros con cajas de contraseñas para los pisos airbnb.
Carteles de asambleas para devolver el barrio a los vecinos.
Pero la vida vecinal que quede ya está arrinconada, en retaguardia. La turistificación lo domina todo.
Así no me gusta Oporto porque no me gusto yo en Oporto.
¿Qué hago yo aquí? ¿Quién soy yo aquí?
Mi último barrio en Madrid fue Lavapiés en su zona más gentrificada: la plaza de Cascorro.
Así que no me queda inocencia para disfrutar del trampantojo de autenticidad de los barrios populares de las viejas capitales de Europa.
Cuando era chaval creí que mi vida transcurriría en una de esas capitales. Para mí eran lugares mágicos, llenos de oportunidades.
Ahora, cuando volvemos en el tren a Aveiro, me alegro de alejarme.
Pues ya llegó el tan esperado paquete... Mi primera novela auto editada y el libro que inaugura el catálogo de Próxima editorial... Jijiji :blobcataww:
Hay acontecimientos que te sacan de Matrix.
Para mí uno de ellos fue el escándalo de Cambridge Analytica.
Desde entonces me propuse no contribuir a negocios basados en la explotación de big data.
Lo más gordo ha sido dejar de usar todos los productos de Meta y Alphabet.
Se dice rápido pero me llevó lo suyo abandonar Google, Google maps, Android, Facebook, Instagram...
Todavía tengo un gmail que colea.
Pero el qué más me ha costado matar: El Whatsapp.
Esa app se ha convertido en la red de comunicaciones por defecto de las relaciones personales y laborales en España.
A muchos adultos les costará admitir tu abandono de Whatsapp; seres queridos te tacharán de antisocial; jefes y compañeros te coaccionarán para que vuelvas; clientes lo juzgarán como un empeoramiento de tu servicio.
Y no les faltará razón.
Pero yo también tengo una poderosa: Ninguna empresa debería poseer el canal fundamental de comunicación privada de un país.
Y menos si es norteamericana.
Llevo todo el verano espiando el comportamiento con los smartphone de gente de todas las edades en calles, playas, terrazas…
En cuanto se les ve relajados y alegres, y se involucran de forma activa con las personas y cosas que les rodean, el móvil desaparece de sus manos.
Y en cuanto vuelven a las rutinas que no eligen -la llamada normalidad-, doblan la cerviz para postrarse de nuevo ante su terminal.
Nos quedamos mirando el móvil cuando no tenemos otra cosa mejor que hacer.
Y eso, en nuestra rutina, pasa demasiado a menudo.
En su libro “El valor de la atención”, Johann Hari demuestra que si vivimos una crisis global de atención es por las condiciones de vida impuestas por poderes corporativos, políticos, culturales y sociales.
No, no se debe a una falta de voluntad individual, como nos querrían hacer crecernos los gurús del crecimiento personal.
Como sociedad, necesitamos que nuestra rutina sea mejor que mirar un smartphone.
Es una lucha política.
@aab ole ahí el espíritu del rap metal reivindicativo.
En las últimas décadas el mercado de consumo se ha ocupado de abastecernos de todo cuanto pueda estimularnos.
Desde lo más culto a lo más visceral. Del cine dogma a la hamburguesa angus.
En este estado es normal echar la vista atrás y no dar crédito de lo tediosas que debían ser las vidas de nuestros antepasados.
Pero también es verdad que ellos sentían más con menos.
Solo así se explica la sutileza, la simplicidad, de los placeres que lograban embriagar a quienes habitaron tiempos más sencillos.
Y solo así se explica que hoy en día cada vez nos peguen menos subidón cantidades más gargantuescas de estímulos.
Espectáculos cada vez más extremos de porno, violencia, humor, sensacionalismo; dosis cada vez más altas de drogas, calorías, consumo... La euforia, cada vez menor. Y el precio -en salud y dinero- cada vez más alto.
De nuevo chocamos con el mito del crecimiento ilimitado.
¿Habrá que decrecer también en los placeres para hacerlos sostenibles?
Escribo, edito y enseño a escribir novelas.Cuento mi vida sin pedir permiso, aunque pido perdón las veces que haga falta. De vez en cuando hago una canción y la publico por aquí, con #Celofán. Ando opositando para profe de lengua de instituto, y comparto mis perspectivas sobre la literatura e historia española. También difundo una filosofía crítica de la vida online, a través de fragmentos de mi ensayo "Martillos o ciudades", #MartillosCiudades.Y a veces comento la #política, pero solo cuando se pone interesante. He encontrado en Mastodon la comunidad bonita, ética y humano-friendly que llevaba tiempo buscando en Internet.Mis toots se borran a los dos meses.
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