pero al menos pudo "gobernar" sin oposición real).
La izquierda argentina, fuera del peronismo, es irrelevante en el juego del poder.
Lo bueno que se puede decir del peronismo actual (o sea: desde Néstor) es que ha dejado realmente de lado sus tendencias totalitarias y es un partido que juega según reglas democráticas, al meno a nivel nacional. Caudillos provinciales son otra cosa.
3/3