@CorioPsicologia@astrojuanlu Por experiencia de algunas compañeras, sí se conocen las alternativas pero no se priorizan. Un ejemplo son las entidades del podcast, como dice juanlu. Estas compañeras mías se han pasado años explicando opciones libres y les decían que sí pero luego no se invierte el tiempo para reflexionar realmente sobre ellas.
@CorioPsicologia Tengo la sensación de que la aparente falta de interés en la soberanía tecnológica no es tal, y tiene raíces más profundas. Concretamente, en la precariedad absoluta en la que se mueven las entidades (que les empuja a servicios gratuitos, como los que ofrece Google), la falta de conocimientos sobre las alternativas (no saben lo que no saben - de hecho, hay personas que aún no tienen clara la diferencia entre "una web" y "un blog") y desconfianza hacia la tecnología en general.
Estoy de acuerdo que no podemos luchar de manera individual por adaptarnos a un mundo donde el software privativo parece fácil, ampliamente conocido y demasiado cómodo.
Pero ahí está nuestra fuerza: podemos construirlo o pagarlo como Mercado Social. Entre todas.
A mí el ejemplo de Todos tus Libros me da esperanza.
@astrojuanlu Yo creo que hay muy poca conciencia en Mercado Social de la importancia de la soberanía tecnológica. Y creo que esto es una diferencia generacional: antes había más conciencia.
Para mí, debería ser un pilar más dentro de nuestros valores.
En mi caso es uno de los valores de mi negocio, y yo sin software libre no podría haber arrancado.
Me toca luchar a diario como psicóloga para no ceder poder a esas plataformas McDonald de la digitalización de la terapia.
En definitiva, y para ir cerrando, algunas conclusiones:
- Tenemos que dejar atrás esta cultura de culpabilizar a la gente por no usar software libre. En muchas ocasiones hay razones poderosas para ello. - Prediquemos con el ejemplo y apliquemos mucha empatía para encontrar problemas, y poner recursos para solucionarlos. - El software colaborativo no tiene por qué ser puramente libre. - El software libre no puede ser el fin último, ni condición necesaria para la digitalización.
Y un ejemplo de lo contrario: CoopCycle, el software detrás de La Pájara, Mensakas, y otras cooperativas de reparto en bici, tiene licencia Coopyleft (nótese la doble "o"), que no sigue las 4 libertades ni la Open Source Definition. Por tanto, no es software libre, pero sí colaborativo y emancipatorio. https://github.com/coopcycle/coopcycle-web/
Más cosas: el software libre no tiene por qué ser colaborativo ni mancomunado. Hay numerosas empresas hoy en día que publican software libre bajo licencia AGPL3, la más restrictiva de todas las licencias GNU de @fsf, pero son empresas extractivistas, financiadas con capital riesgo, y que no usan un proceso de toma de decisiones abierto e inclusivo.
¡La licencia no tiene nada que ver con el modelo de gobernanza!
Por otro lado, observo (juro que no digo esto maliciosamente) que ninguna de las entidades presentes en el podcast están en el Fediverso, o al menos yo no las he encontrado, y solo refieren en sus webs a redes sociales privativas. Ocurre también con las entidades en el panel de TIC durante la #FESC22. ¿Por qué no predicamos con el ejemplo?
El propio informe de Colectic recoge algunos testimonios de entidades que han tenido problemas con software libre, incluyendo @libreoffice, @nextcloud, y similares. Por ejemplo, "LibreOffice se cuelga mucho", "El control de cambios en LibreOffice" (no funciona, entendemos), "CommonsCloud [NextCloud] necesita mejoras", y más. También importante las incompatibilidades de hardware ("El software del TPV no funciona en Linux").
Se lamentan en el podcast de que las entidades de la #ESS no utilizan software libre, o no lo conocen. Y se comenta que el software libre está mucho más alineado con los valores de la #ESS.
Y aquí es donde empiezo a discrepar de algunas cosas ⚠️
Muy importante apreciación: la digitalización no debe ser "hagamos una página web". Hace falta un punto de vista estratégico: digitalizar tiene que ver con transformar y agilizar procesos para hacerlos más eficientes y mejores. Al mismo tiempo, hay que tener cuidado de no caer en lógicas explotadoras ("contestar los correos durante el almuerzo") más propias del capitalismo tradicional.
Se menciona también el Kit Digital, la oportunidad que supone para entidades pequeñas, pero también los problemas existentes. La burocracia asociada hizo que muchas entidades de la ESS no se pudiesen presentar como agentes digitalizadores. Aun así, se hizo un esfuerzo y se consiguió.
Muy interesante el informe de Colectic "Las infraestructuras digitales de las economías en común" (2020) https://floss.colectic.coop/article/l-economia-solid-ria-i-els-deures-pendents-de-les-eines-digitals en el que se señala que el 80 % de las entidades de la ESS encuestadas usan herramientas o plataformas digitales, pero la inversión es mínima: el 70 % hizo una inversión en TIC menor a 150 € en los 5 años anteriores.