Llevo toda la mañana pensando que hay una mujer completamente desnuda haciendo deporte en el gimnasio. Tan pichi.
Claro, lo raro para mí es que la gente le parecía normal.
Pero la verdad es que en Madrid la capacidad de asombro de la gente tampoco es muy alta, son muy respetuosos con todo tipo de variedad de comportamientos y formas de vestir.
Solo cuando se ha acercado me he dado cuenta que llevaba un mono de cuerpo entero, de lycra y el color de su piel.