Julio Díaz Jiménez, jefe de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, es tajante al respecto. Sus veinte años de publicaciones en torno a la contaminación se unen a una acumulada evidencia mundial: «cuando sube el ruido, suben los ingresos hospitalarios por ansiedad, depresión y suicidios». «La contaminación no solo crea más personas susceptibles de enfermar», puntualiza, «sino que también hace que esa infección respiratoria sea más grave». (4)
Es muy frustrante cuando los académicos pasan toda su carrera advirtiendo de la contaminación pero los políticos no hacen nada para cuidar a su ciudadanía. Tener una autopista en la ventana implica literalmente (lo siento por la crudeza) que a los responsables políticos no les importa una mierda tu salud.