Veamos un ejemplo en que el mapa de conveniencia muestra única y exclusivamente un modo de desplazamiento: el caminar. En la gráfica se observan exclusivamente dos elementos:
1) Por un lado, una línea verde que dibuja la velocidad media de 5 km/h de la marcha humana. Si os fijáis, esta línea empieza en el punto (0,0), lo que significa que se tarda cero minutos en recorrer cero metros caminando, y termina en el punto (5,60) porque se tardan unos 60 minutos, caminando por dentro de la ciudad, en hacer unos 5 kilómetros.
2) Pero claro, ¡no todo el mundo camina a la misma velocidad! Las personas mayores y los peques caminan, de media, más despacio; y las personas adultas caminan, de media, más rápido. Es por eso que el gráfico incluye un segundo elemento, también representado en verde, cierto rango de velocidades en forma de triángulo, un cono de velocidades. Ese triángulo recoge el 90 % de los desplazamientos a pie. Sí, habrá gente que camine a 2 o 3 kilómetros por hora, y somos unos pocos los que andamos por 6,5 km/h; pero la gran mayoría de los desplazamientos a pie están ahí, en ese área. Y la media está en la línea recta.
El texto que acompaña la línea, “4 - 5 km/h - 6”, muestra esa variabilidad y rango en las velocidades. El lado superior del triángulo muestra velocidades más lentas (menos distancia cubierta en el mismo tiempo), y el lado inferior del triángulo velocidades más rápidas (más distancia cubierta en el mismo tiempo).
Nótese que el área triangular tiene dos tonos, uno más claro en la parte superior, por encima de los 5 km/h, y uno más oscuro por la parte inferior. Ciudades que sustituyan semáforos por pasos de peatones, cuyas calles estén pacificadas y sin barreras urbanas como autopistas tenderán conformar ciudades en las que quien camina pueda hacerlo a una velocidad algo mayor. Lo contrario también es cierto y, por desgracia, actual.
En este esquema, el Nuevo Urbanismo, más sostenible, equitativo, justo e inclusivo usa un tono más oscuro.