Endemoniado sacro
Nueve maratones han dejado
Mi espina dorsal muy castigada
Pero ni el dolor del parto, ni el del cólico nefrítico es comparable al dolor del latigazo lumbar. Es como una descarga eléctrica en el sacro que te deja de golpe sin piernas y llorando en el suelo
Porque el calambre sigue
Y sigue
Y sigue
Cada vez que mueves la pierna.
Y eso si puedes moverla.
Con todo estoy bien,
Acabo de echar unas risas
Con la doctora de guardia.
De esta salgo andando
Con mis propias piernas