En el artículo comentan: "La movida fue el mismo opio para el pueblo que habían sido el fútbol y los toros".
Y van más allá: "los únicos que podían permitirse viajar a Liverpool o San Francisco".
Mientras el rock vasco estaba prohibido durante décadas en Radio-3.
"Kaka de Luxe copó la atención que ocupaban La Polla Records o Leño, sonando en la sala Rock Ola mientras los mercenarios de los GAL, en el reservado, se ponían hasta arriba de cocaína con señoritas de compañía."