El otro día alguien me insinuó la idea de que no se quedaría con uno de los fanzines porque no puede escuchar CDs.
Automáticamente esto encendió todas las alarmas de mi mentalidad de director de Galerías Preciados y, siendo conocedor de que este año Hacienda me devolvería dinero he adquirido este magnífico grabador de fonogramas a cuatro pistas con el que poder plantear nuevos retos de edición discográfica.
¿No puedes CD? Tranqui: ¡llega el cassette!
¡¡Genio!! ¡¡EMPRENDEDOR!!