Acepto que el mundo rural demande que la instalación de renovables se haga más en ciudades o más cerca de donde se consume (sin tener en cuenta si la producción del recurso es mejor o peor).
Honestamente, estoy encantado de llenar la ciudad de Madrid, el tejado de mi piso, mi balcón si hace falta, con paneles solares. Pero la decisión no es mía al no ser propietario, sino inquilino.