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Todos mis amigos viven a al menos 1h de distancia en transporte público desde mi casa.

No sé en vuestra zona, pero en la mía corrió enseguida el bulo boca a boca de que el apagón era también en más países europeos. En mi casa tuvimos que rebuscar mucho para encontrar una radio a pilas y poder informarnos de que no era así¹.

Pero en esa pequeña ventana de tiempo donde estaba mal informada y me imaginaba lo peor pensé: mi siguiente gran inversión tiene que ser una putísima bicicleta. No puede ser que una catástrofe en la infraestructura básica o, peor, una de índole política, me vuelva incapaz de ver a mis seres más queridos.

¹ Por cierto, como muchos no teníamos radio a pilas en mi vecindario, entre mi madre y yo se nos ocurrió la idea de que bastaría que alguien que tuviese una y la pusiera en la ventana para que pudiéramos informarnos muchos. Así que puse un cartel en la garita de mi portal proponiendo eso. En pocos minutos, alguien enchufó una radio con un altavoz potentísimo al patio interior y empezó a poder informarse todo el bloque. Nosotras pusimos nuestra radio de cara a la ventana exterior, por si pudiera servirle a alguien.