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A mí es que la ansiedad ya me dió en 2019 cuando la dana tocó encima de mi casa y faltó poco para que entrase agua viviendo en la parte más alta de un pueblo que hace cuesta y tiene un barranco enmedio. Es el tipo de cosa que pone un poco nerviosilla, sobre todo si luego con los años ves que se va repitiendo cada vez con más intensidad.
A los incendios estoy más acostumbrada porque han estado a punto de volar casas de familiares en el monte más de una vez, y luego hubo un incendio de matorral aquí al lado hace unos años que casi tocó el pueblo.
Así que personalmente no me da mucha ansiedad pensar en la bolsa, me la da pensar en que una de estas me haga salir por pies y tener que hacerlo de vacío.