Cuanto más se sabe de la adaptación de Nolan de "La Odisea" más ganas tengo de subirme a un caja de fruta a gritar en medio de una plaza. La cosa es que hay que articular bien ese discurso para no acabar soltando proclamas supremacistas europeístas, pero dios de mi vida, que uno de los hechos culturales fundacionales de nuestra cultura mediterránea tengamos que tragárnoslo, otra vez, con el filtro unificador y hortera de Hollywood es tan aburrido y tan FEO. Es como aliñar aceitunas con saborizante de fresa.