La idea de que "lo que se enseña en la escuela no vale para nada" no es cierta. Vale, y mucho. El problema es que muchas veces no se quiere ver para qué valen las cosas que se enseñan. Y, también, que le buscamos una utilidad laboral a todo lo que hacemos en la escuela, y esa utilidad no debe ser la única que guíe el currículo, aunque nos la imponga el mundo capitalista. La educación debe ser algo más que un útil para el trabajo.