Y la realidad es que hacemos cosas por encima de nuestras posibilidades, tenemos obligaciones a troche y moche que normalmente no nos deja tiempo o energía (física o mental) para hacer nada. Esto es sistemático y está muy bien pensado para que el sistema siga funcionando.
Entendiendo esto (que entender, lo entendemos, pero se nos olvida fácilmente), entenderemos que lo que avancemos no está, casi nunca, determinado por lo que QUEREMOS hacer, si no por lo que PODEMOS hacer.