Lo primero que hay que entender es que la mayoría de personas no somos deportistas profesionales, no nos jugamos la vida en esto, hacemos ejercicio por salud y (cada vez más) para disfrutar, ya sea de la propia actividad en sí o de las actividades que podemos hacer gracias al ejercicio.
¿Esto por qué lo aclaro? Porque normalmente me encuentro con gente un poquito obsesionada con optimizar el entrenamiento y con el mensaje muy bien aprendido de que no hace nunca suficiente (holi, turbocapitalismo).