La segunda parte es que esta tecnocracia es un gigante con los pies de barro. Gran parte de su poder actual viene de que hemos adoptado sus productos en masa de forma que nos pueden vender mierdas. Esto, como ya hemos visto con la caída de tuiter, es un poder muy frágil que le hemos dado como sociedad, y que si cabreas o asustas o ahuyentas a tu público pues no vendes productos y entonces ya me diréis de qué va a vivir Meta.