Tenía 16 años y volví a nacer. Lo primero que hice fue buscar formas de comunicarme con personas que no fuesen las que tenía en mi entorno inmediato, especialmente no el instituto o el barrio. Había algunos chats, pero el que funcionó realmente bien fue MSN Messenger. De hecho, joder, funcionaba mucho mejor que el WhatsApp actual. Se me abrió el mundo, por fin. Resulta que no era un lugar aburrido y deprimente, después de todo.