Quiero que prestéis mucha atención a estas imágenes. Muestran lo que hace unos años constituía una autopista urbana y que, desde hace muy pocos, ha sido parcialmente recuperada por parte del ayuntamiento.
Se ampliaron las aceras, se limitó la velocidad y se desplegó un carril-bici bidireccional protegido por una banda de servicio destinada al estacionamiento. Buenas noticias, con algún ligero fallo de diseño semafórico pero que, oye, viendo cómo es el modelo de Madrid, ni tan mal.
El problema es que no se mantiene, hasta el punto de que los servicios de limpieza retiran restos y limpian los cuatro carriles convencionales que aún existen (más que de sobra, por otro lado) no conformándose con no limpiar el carril-bici sino, encima, echándole a este todas las hojas.
No es que los servicios de limpieza no limpien el carril-bici, es que LOS SERVICIOS DE LIMPIEZA ENSUCIAN EL CARRIL-BICI.
Un ejemplo más de #MotoNormatividad y falta de visión en materia de #MovilidadSostenible
¿Cómo van los entornos urbanos a reducir su impacto si el ayuntamiento prioriza la forma más contaminante y peligrosa de moverse mientras, al tiempo, penaliza la que beneficia más a la población?