El nuevo rumbo que ha tomado Meta cambiando sus políticas marca el inicio de lo que parece ser un cambio de paradigma: las élites van a abandonar toda pretensión y abrazar sin tapujos el fascismo reaccionario de Trump, y si lo hacen abiertamente (no hace falta que vengáis a decirme que ya lo hacían antes, ya lo sé, gracias, pero al menos disimulaban) es porque prevén que este nuevo zeitsgeist político va a durar bastante más de cuatro años.
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