Esta mañana, en Vigo (por lo menos en la zona de Teis), los semáforos estaban apagados. En el ambulatorio estaban apagados los terminales para sacar la vez y los monitores en los que se mostraba la vez. Ahora ya funciona todo.
Si hay alguien que no es capaz de imaginar el fin del capitalismo, comienza así: con el fallo de varios sistemas centralizados simultáneamente.