Nací flojucho y cobardica, pero mi madre me enseñó a tener orgullo, porque el orgullo es lo único que le queda a quien lo ha perdido todo.
Pase lo que pase mañana he vivido la vida que he querido vivir. Lo que venga a partir de ahora no me da miedo.
Gracias a todos los que han confiado en mí.
Gracias a mis amigos, a mi familia, gracias sobre todo a mis nobles adversarios. De todos ellos aprendí algo, a todos ellos les debo lo que soy.
Y por encima de todos gracias Yolanda. Eres mi vida.