Se ha instalado en nuestro marco mental una sensación de peligro continuo. Los medios, las películas, la segregación social son algunas de las piezas clave. Tenemos 24/7 canales de televisión que dicen que las viviendas se ocupan, que hay inmigración y que todo mal. Tenemos partidos políticos que venden inseguridad. Tenemos empresas de seguros que se nutren del mensaje y lo promueven.
La realidad es que nuestra sociedad nunca ha sido tan segura para tanta gente como ahora.