NostiLeo esto, gracias a @MigBlanc , y ya ni me sale cabrearme.
Sólo pienso en aquel ciudadano malagueño que vino con su camión cuba paticular, pagando el combustible de su bolsillo, para ayudar a desatascar alcantarillas y achicar agua de garajes.
Pienso en aquella empresa de Castilla y León (perdonad, no recuerdo qué provincia exactamente, ni el nombre de la empresa) que dejó su negocio y vino a València con sus camiones bañera a ayudar a quitar escombros de mitad de la calle, sin recibir un euro a cambio y corriendo con todos los gastos.
Y todo para qué?, para que las mismas empresas de siempre, las que no movieron un dedo en los peores días de la tragedia, hagan caja con la tragedia, gracias a políticos que nunca estuvieron a la altura.
El sentimiento que tengo es de rabia contenida. Rabia, por todo lo que han hecho mal y todas las muertes que se podrían haber evitado, y contenida porque no puedo permitirme perder la cordura ni dejar fluir mis emociones.
Todo lo que ha pasado es tan jodidamente injusto.
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