A veces, cuando planteas que hay que abordar cambios radicales en las ciudades para adaptarse a y prevenir los peores efectos de la crisis climática, los adalides de la "realpolitik" acusan muy airados a los proponentes de utópicos soñadores, porque ¿cómo vamos a cambiar el funcionamiento de algo tan complejo como una ciudad?
Suelen ser las mismas personas que olvidan cómo las ciudades se transformaron de arriba a bajo para acomodar a los coches, hasta el punto de vertebrarse en torno a estos.