Dos días después de la #dana yo iba a grabar el primer capítulo de mi nuevo podcast con mi amigo Alberto Torres Blandina, que es escritor y profesor de instituto en Valencia.
Llevábamos semanas escribiendo los dos primeros guiones y solucionando aspectos técnicos para grabarlo en falso directo cada uno desde su ciudad.
Me escribió por la tarde para decirme que la tienda de música -donde debía recoger el equipo de sonido que nos faltaba para su set- estaba cerrada y que todo era un caos.
Alberto, además, acaba de ser padre y está de permiso por paternidad.
Lo pospusimos sin fecha y hasta hoy no he sabido nada de Alberto. Pero como lo conozco bien, sabía que se habría implicado a fondo.
Hoy me ha mandado un audio. Está usando su baja para hacer de voluntario. También para contarlo.
Ayer publicó un artículo de El Mundo en el que reivindicaba la labor de voluntarios que están haciendo los jóvenes. El tema le toca la fibra; es una gran defensor de la juventud, frente a la eterna crítica a la que los jóvenes se ven sometidos. No comparto el artículo porque es para la versión premium. Se llama "Esos jóvenes inútiles que acudieron al rescate tras la DANA".
Me ha dicho que no tiene la cabeza para el podcast. Que quizás la próxima semana. Ya le he dicho yo que el puto podcast es lo de menos. Que mucha fuerza. Debe ser muy duro.
Ya sabía yo que Alberto se habría implicado a muerte. Es lo que hace siempre.