La segunda, memoria. Incluso si la gente se olvida, que ya veremos si es posible tras la cicatriz que se ha causado, hay que recordarlo.
Esto ya se hizo tras el accidente de metro. Hay responsables tras esta catástrofe y hay que buscar que paguen, aunque luego la justicia sea la que sea. Pero que se sepa.
La tercera, esperanza. Y esto es un mensaje que la izquierda nunca parece entender.