Jeje, me encontré un limeño super simpático a la entrada del mirador de la intendencia, le mostré todo el mirador, nahamos, me dijo que podía recaegar su botella en el hym que hay enfrente y le dije que fuera y nos despedimos, estuvo, lindo, me arrepiento de no haberle preguntado de acompañarlo.
Siempre durmiendo yo, jeje