"Durante su charla en el evento Líderes con futuro, Carissa Véliz utilizó, ante un nutrido grupo de empresarios y expertos, varios casos que demuestran hasta qué punto el uso de las inteligencias artificiales ha de abordarse con cuidado. "No están entrenadas para pensar ni, por tanto, conocer sus propios límites de conocimiento", dijo. Para ella "son generadoras de respuestas estadísticas que no buscan la verdad sino la plausibilidad, la verosimilitud". O sea, para que nos la creamos.
Por ello, la ética es fundamental en el diseño de estas poderosas herramientas, y el asunto de la privacidad personal frente a las IA es nuclear. "No le pidas a una IA que te facilite tus propios datos personales, esos que ha utilizado durante su entrenamiento, porque no te los va a entregar, ya que su forma de actuar se basa en esos mismos datos", remarcó al tratar el asunto de la privacidad individual y las inteligencias artificiales, ávidas estas últimas de datos para poder funcionar.
"Sin privacidad no hay verdadera democracia", afirmó Véliz, que concluyó que "la pregunta sería cuánta vigilancia puede soportar una democracia"."