Nunca he entendido por qué la gente le da tanto valor a los iconos de la bandeja del sistema. Recuerdo que una de las quejas más frecuentes en GNOME en su momento fue la desaparición de esa parte de la barra de tareas. Aún hoy en día hay mucha gente que, inexplicablemente, instala la extensión que la trae de vuelta.
Si hay una aplicación abierta, quiero verla en mi barra de tareas, no en la bandeja del sistema con un diminuto icono (que además algunos ni siquiera se integran con el sistema, no son monocromáticos). No tiene ningún sentido tener dos sitios en los que se muestren las aplicaciones que están ejecutándose. Para todo lo demás, siempre abro algún tipo de monitor del sistema, porque no necesito tener el dichoso icono siempre a la vista recordándome que esa aplicación está efectivamente ejecutándose.