Me hace una gracia que ahora vivo de primera mano las situaciones que salían en los libros del curso de alemán:
Desde hace rato sé que tengo que limpiar mi balcón, pero me ha ganado la pereza, especialmente por el frío. Pues ahorita voy entrando al edificio y me para una vecina que no conozco: „disculpe, quería decirle algo: noté que en su balcón hay unas hojas tapando el desagüe, le aviso para que lo limpie a tiempo y no se le inunde si llueve mucho, puede ser una situación desagradable“.