Ya ha empezado el otoño (a pesar del veranillo de San Miguel y el mito más significativo de esta época es el de #HadesYPerséfone.
Hades, dios del Inframundo, se fija en Perséfone, también llamada Kore (en griego, doncella) y le pide permiso al padre de ella (Zeus) para casarse con ella. Tras recibirlo, rapta a la chica. Mientras la diosa está con las ninfas recogiendo flores, se abre la tierra y emerge Hades en su carro y se lleva a la chica al Inframundo.
Deméter, diosa de la agricultura, hermana de Zeus y madre de Perséfone, empieza a buscar a su hija, sin éxito. Está tan centrada en esta búsqueda y tan triste que descuida la vegetación y la tierra se empieza a secar y a adormecer. Finalmente, se entera por Hermes que Perséfone está en el Inframundo.
Deméter le pide explicaciones a Zeus. Ni Hades ni Deméter quieren renunciar a Perséfone. Zeus, en su juicio, pregunta a la joven diosa si ha comido algo del Inframundo y, en efecto, "sí, mamá, unas semillitas de granada". Después de haber probado la comida del Inframundo, no puede volver a la Tierra.
Zeus, que quiere tener a sus hermanos contentos, decreta que al final Perséfone pasará seis meses con su esposo y otros seis con su madre. Deméter, cuando está con su hija, está contenta y la Tierra florece. Cuando está separada de ella, la Tierra se adormece.
¿Qué podemos aprender de este mito?
Recordemos que los griegos usaban los mitos para explicar el cosmos y su misma sociedad y este mito es un ejemplo de ello.
El mito de Hades y Perséfone es uno de los más conocidos de la #mitologíagriega. No explica solamente el origen de las estaciones, sino el paso de niña a mujer.