Hace dos semanas se puso en contacto conmigo la editorial McGrawHill. Habían encontrado un artículo mío en #LaRevistaQueNoDebeSerNombrada y me preguntaban si podían usarlo para uno de sus libros que están preparando, y que cuánto les pedía por los derechos de explotación.
Les dije que yo solo conservo la autoría pero que contractualmente, los derechos de explotación los tiene la empresa. Les dije que había dos opciones: que podía pasarles el contacto de la empresa y lo hablasen con ellos, o que yo podía escribirles un artículo nuevo sobre el mismo tema, pero con enfoque distinto, y lo más importante, actualizado.
Me contestaron que les gustaba la idea de que les escribiera un artículo nuevo, que tendría que ser de la misma extensión (de 800 a 1000 palabras). Les dije que tendría que ser en castellano (no tengo experiencia en divulgación en inglés). Me dijeron que OK, que tienen un equipo de traducción y que el idioma nunca es un problema (que de hecho seguramente lo traduzcan a muchos idiomas distintos). Y entonces me preguntaron por el precio.
No hablaré de cantidades. Digamos que les propuse como precio seis veces más de lo que #LaRevistaQueNoDebeSerNombrada me pagó por aquel artículo. Y aceptaron directamente, sin regatear ni un poquito.
Mi deadline es el día 29 de septiembre.