Vuelve la Navidad, y con ello las apuestas navideñas. Una vez más, recibo en mi correo números de lotería enviados a 'arroba todos' sin tener presente que algunas de las personas que lo van a recibir han tenido problemas con el juego y son víctimas de adicciones conductuales.
Hemos normalizado exponer a personas en recuperación —probablemente porque ni siquiera nos hemos molestado en entender que existen— el enviarle nuevos ganchos de consumo de apuestas. Esta vez estatales, patrocinadas por papá estado.
Por favor, NO enviéis spam masivo sobre números de lotería. No sabéis a quién le puede estar llegando ni lo que ha perdido por su adicción al juego.
Es como enviar anuncios de tabaco a alguien que quiere dejar de fumar.