Ayer vi Brokeback Mountain con mi chico y unas amigas. Está en una selección de #Filmin. Yo no la había visto, de estas pelis que te han recomendado mil veces y no sacas tiempo para ver.
En concreto esta quería y no quería verla, porque sabía que me iba a entristecer.
Y qué llorera, madre. Me resultó triste, pero también muy bonita a su manera. Por comparación, también me causó cierto sentimiento de alegría, por lo ganado hasta ahora.
Y sobre todo, me sirvió para dedicarle un momento al recuerdo a todos esos maricones que sufrieron mucho para que yo hoy pueda vivir mi #homosexualidad con normalidad.