En determinado momento de mi desesperada lucha contra el insomnio, decidí comprar unos carísimos (y eso que eran de segunda mano) cascos ergonómicos de la marca Bose que generan ruidos relajantes a través de una aplicación del móvil.
Los he usado poco, la verdad, pero algún día de ruidos anormales me han salvado la papeleta y también me da tranquilidad tenerlos cargados y listos sobre la mesilla.
Pues bien, ayer me llega una notificación de la empresa Bose que dice que ya no van a actualizar la aplicación y que te jodes si fuiste tan tonto de comprar unos.