Lo de los castores checos construyendo en dos días un sistema de presas que estaba planeado por el gobierno local como un proyecto de 7 años y con un costo de un millón de euros, es maravilloso. Lo mejor es que los ingenieros encargados han pasado por el sitio y han dicho que los castores han elegido los puntos exactos y que el trabajo es perfecto. Sin planos, ni cálculos, ni reuniones. Los humedales que se pretendían proteger con la construcción de las presas ya están beneficiándose del trabajo bien hecho de los panitas peludos.