Espero que se haga justicia en el caso Rubiales. Más que lo punitivo en los acusados, que también, me preocupa el terrible mensaje que se lanzaría a la sociedad si quedarán impunes: cualquiera puede agarrarte la cabeza y darte un beso en la boca sin consentimiento, y luego presionarte a ti y a tu entorno.
Esa no es la sociedad que quiero :-(