Calabacín espiralizado con tomate y soja texturizada. Se necesita:
- Calabacín. Dos o tres, según tamaño y comensales.
- Soja texturizada deshidratada.
- Aceite de oliva y especias.
- Cebollas.
1. Retiras la piel del calabacín y lo espiralizas. Si no tienes espiralizador, puedes cortarlo a taquitos muy pequeños.
2. Sofríes el calabacín en una olla con un poquito de aceite. En nuestro caso, aceite macerado con pimientos de sichuan porque nos va la marcha. Si echas algo de sal (¡no te pases!) el calabacín libera líquido más rápido.
3. Sirves en un bol algo de soja texturizada deshidratada. Ve cortando cebolla.
4. A medida que el calabacín vaya soltando líquido, se lo vas echando a la soja para hidratarla.
5. Una vez el calabacín hecho en el punto en que te gusta, lo apartas. Echas en la misma olla la soja texturizada junto al hidratante. Y remueves hasta casi alcanzar ese punto de sofrito que te mola.
6. Y digo casi porque ahora van las cebollas. Puedes echar primero la cebolla y luego la soja, según si te gusta uno más hecho que el otro o al revés.
7. Una vez hecha la soja y la cebolla (a nosotros nos gusta doradita), echamos el calabacín y lo mezclamos todo junto a algo de tomate frito. Tampoco mucho.
Y listo para servir.