No sé muy bien como decir esto sin sonar condescendiente, pero allá va: 2024 es 2016 con esteroides. Los mismos poderes que en su momento conspiraron para lograr el Brexit o los triunfos de Trump y Bolsonaro han tenido años para reorganizar su estrategia y volver a la carga, porque nadie les ha parado los pies. El triunfo de Milei en Argentina era la antesala de lo que estamos viendo ahora. Quien se sorprenda es porque no ha estado prestando atención.